Miro por la ventana, aunque tengo que quitar el vaho del cristal primero. El autobús se ha detenido en un semáforo, y yo escudriño el oscuro exterior. La mayor parte de la iluminación proviene del semáforo en rojo, y su luz se derrama sobre una chica que que espera para cruzar.
Tiene el pelo negro como un río en una noche sin luna, parece fluir sobre sus hombros igual que el agua, con destellos rojos. Su piel es muy blanca, y con la luz roja parece que tiene el rostro ensangrentado. Las sombras en torno a sus ojos se ven muy oscuras contra la piel escarlata, y también el contorno de sus labios, que parecen tener abismos negros en torno a los montes escarlata. Los pómulos se destacan como acantilados, altos, orgullosos. Su cuello no se distingue en la negrura de sombras. Lleva un abrigo de cuero negro, brillante, que acaba donde empiezan sus largas piernas, enfundadas en unos vaqueros ceñidos. Un palmo por debajo de las rodillas comienzan unas botas de piel blanda, de tacón alto, que abrazan estrechamente sus gemelos. Detrás de ella merodea un gato, negro como el carbón, aunque ya se sabe, de noche, todos los gatos son pardos.
Hay algo en ella que me resulta terriblemente familiar. La miro con intensidad, tratando de determinar qué es antes de que el semáforo cambie de color. Sin conseguirlo.
Cuando el semáforo se torna ámbar, alza la vista hacia el autobús. En el tiempo que dura un latido, sé que me resulta conocido de ella.
Esos ojos, a la luz ambarina, reluciendo salvajes y atávicos, que conozco tan bien. La curva de esos labios, en esa sonrisa lobuna, dura, irónica. La nariz, las gruesas cejas, los hombros alzados, desafiantes, insolentes. La pose arrogante de las piernas. Incluso las botas.
Es como mirarme a mí misma.
El semáforo cambia de color, el verde la cubre y baja de nuevo la mirada. Yo me alejo, el bus se aleja, la dejo atrás.
Pero no consigo dejas atrás la inquietud. Los nervios. Es como si hubiera visto un espectro, un fantasma. Como si acabase de tener una pesadilla.
...
¿Me habré visto a mí misma, al fin y al cabo?
¿Es real o meramente literario? :P
ResponderEliminarMitad y mitad ;)
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